sábado, 30 de octubre de 2010

Lejos, en el centro de la Tierra, las raíces del amor, donde estaban, quedarán.

Tengo miedo, esta semana, va a ser “normal”.
Ossea, que es la normalidad, lo normal no existe. Eso es solo Gente falsa que Dice pensar lo mismo, pero nadie piensa lo mismo, es imposible que un 90% del mundo piense lo mismo.
Y seria patético creer que si.
Pero, yo vine a hablar, de que esta semana va a ser aburridísima, no voy a tener nada para hacer, antes, me emocionaba por ir a la escuela, no solo por las chicas (las cuales amo con todo lo que soy), sino también por él esto es más patético que todo lo que dije antes junto.
Jajajajaja. Por un chico, por dios, estoy peor de lo que pensaba. Igualmente, no me parece tan raro que él no valla a estar. Sino que me parece aburrido, por que no voy a tener nada para hacer, además nunca no me gusto nadie.
Soy rarita, es lindo ser rara, me siento individualista (?)
Y me gusta inventar palabras.
Un día conocí un patinetista. Y ¡¿que mierda tenia que ver?!
Hay, tengo ganas de hacer una nota, pero no se que poner.
Por que no quiero poner todo lo que me pasa o me paso así en realidad.
Pero un día moriré, y cuando eso pase…
Flor: te amo, y ya sabes lo que le tenes que decir a ya sabes quien y que deje una foto de ya sabes que en la tumba (?
¿Cómo se llama donde venden zapatillas? Le voy a decir zapatilleria, por que me olvide n.n
Mari: Ya sabes que te amo, no hace falta que te lo repita, eso creo, pero de todos modos, te amo.
No, para, son muchas personas y además, no me voy a morir YA, tal vez el lunes, o que se yo, pero ya, ya, no creo.
Anna: Sabe que sos demasiado importante, gracias por escucharme y ayudarme cuando te necesite, te amo.
Lu L.: Me gusta tu nueva Jipidez de liberación, siempre vas a ser mi Jipi sucia. No lo dudes que si me necesitas voy a estar.
Siempre te extraño, ¿Cómo es eso posible señorita? La veo un día, y al siguiente la vuelvo a extrañar, es demasiado.
Basta, no quiero hablar como si esto fuera un testamento, además, me re fui de tema.
Hay, me acorde de Adolfo, hay como l o extraño, me acuerdo ese día que lo vi en la escuela, pero no lo pudimos saludar, dios, ese hombre es el mejor maestro, ¡lejos!
Hay, dios, siempre que explicaba algo, se iba “por las ramas” y terminaba hablando de cuando iba a Bariloche a visitar al hijo, y de que éramos cachorros.
Y los chicos tenían que ir a “cachorrear al árbol”.
Hay por dios, voy a llorar si no lo vuelvo a ver.
¿Se acuerdan que hace unos minutos hablábamos de la normalidad inexistente?
Bueno, NO EXISTE.
Me fui a tomar la lechita.
Atte.: La AnalfaVeta.

2 comentarios: