lunes, 16 de enero de 2012

Crónicas de una milanesa de naranja.

De aquella noche, no recuerdo mucho más que una calle oscura (no muy oscura), personas caminando conmigo hacia algún lugar y doctor Lemmon de vodka¿? (Cómo me gusta el vodka con limón). En fin, voy a intentar contar solo lo interesante.
No me acuerdo de mucho, pero aunque me digan que sí, no me cojí a nadie, de lo primero que me acuerdo, así como perdido, onda, no encaja en ningún lugar esa parte, no se cuando pasó, pero me acuerdo de Nick, y que de no-se-dónde, salió un preservativo, me lo dió y me dijo "cojete a *persona*" Y después venían varias personas a decirme que me lo coja, y no-se-qué, Son unos desquiciados. Con la gente que recuerdo haber hablado( y creo que son todos, aunque con algunos más que otros), me cayeron bien.
No voy a decir que esta milanesa Dios púrpura¿? la pasó increíblemente bien, porque definitivamente, no fue así, porque si bien hubo cosas lindas, también las hubo no tan lindas.
Y en esas lindas, a fin de cuentas, tarde o temprano, uno tiene que volver a la realidad. No se puede vivir siempre en ese sueño.
No se puede estar siempre ahí, con alcohol, con gente que te cae bien, pasandola bien (al menos, yo no puedo, no por ahora). En algún momento. Yo voy a tener que volver a la realidad.

La realidad es (y aunque no me guste), soy una milanesa de naranja prostituta.
[y creo que alguien me gustó]

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